El Buen Pastor

“Jesús es el Camino para entrar en la seguridad del redil protegido de ladrones y depredadores.”

La parábola de “El Buen Pastor” en el Evangelio de hoy nos presenta un interesante elenco de personajes: el Pastor, las ovejas, los depredadores y los ladrones. Todos ellos pueden entrar en el redil. Sin embargo, no todo el mundo utiliza la misma entrada. Sólo el Pastor y las ovejas pueden pasar por la puerta. Están protegidos de los depredadores y ladrones que tratan de “trepar por otro lado”. La puerta de ovino es el foco de la entrada legítima en la seguridad del redil de ovejas. Esta puerta de oveja me da una identidad porque explica quién soy. “El portero abre la puerta para El (el Pastor), y las ovejas escuchan Su voz. Llama a Sus propias ovejas por su nombre y las guía. (Juan 10:3)
La tarea del Pastor es salvar al rebaño. Abre la puerta, llama a las ovejas,(que lo escuchan), y las guía, caminando delante de ellas. Las ovejas lo siguen, porque ellos “conocen Su voz”. Siete verbos resumen la naturaleza de esta relación:
• Abrir: Una puerta cerrada es un símbolo de seguridad. Por otro lado, una puerta abierta simboliza la libertad, la posibilidad de salir. ¿Qué hay en qué? ¿A dónde?
• Escuchar: Sin escuchar no hay relación. Escuchar significa dar la bienvenida y permitir que el otro entre en una relación conmigo.
• Llamar por su nombre: Esta es una expresión de verdadera amistad, conocimiento y aprecio del otro.
• Para liberar, para dejar ir: Esto es lo que el guardián de la puerta hace por las ovejas. La libertad nos ofrece a nosotros y a los demás la posibilidad de entrar en nuevas situaciones, posibilidades.
• Para guiar, para guiar: El Pastor no sólo camina delante de las ovejas, también conduce. “Llévame, oh Señor, en Tu justicia a causa de mis enemigos; ” (Salmos 5:8). El Pastor guía porque conoce el camino seguro.
• Confiar, confiar, rendirse: Debido a que el Pastor es digno de confianza, las ovejas en sus vidas para él. Soy confiable.
• Saber: El conocimiento es el punto de convergencia. Todos los verbos anteriores convergen en el conocimiento mutuo.

Jesús dice que es la puerta del redil. Jesús es el Camino para entrar en la seguridad del redil protegido de ladrones y depredadores. A través del Bautismo somos recibidos en el pasto del Buen Pastor. “Conocemos Su voz” y se nos da el discernimiento de saber quién realmente habla “en Su Nombre” y se puede confiar, y quiénes son los depredadores y ladrones que deben evitarse. Sólo el que conoce a los fieles con amor, por nombre, en virtud de una comunión de vida, alegría y sufrimiento puede ser ministro de Cristo, pastor. Finalmente, un ministro puede ser signo e instrumento de Cristo Pastor sólo si su autoridad se basa en la Palabra de Dios, porque las ovejas sólo reconocen la voz del verdadero Pastor, de Cristo.