Doers of the Word
Sunday, March 21, 2021
Loud cries and tears.
In the August 9, 2010, edition of the New York Times, appeared the obituary of actress Patricia Neal, who died at age eighty-four. The writer of the obituary discussed Neal’s life and career for her role in the film Hud (1963). Neal also later made a remarkable recovery from a series of strokes that she had in 1965.
In 1949 the twenty-three-year-old Neal appeared in The Fountainhead, an adaption of Ayn Rand’s novel, with Gary Cooper. During the filming, Neil fell in love with the older (and married) Cooper, and the two began a three-year affair. Neal eventually became pregnant. Under pressure from Cooper, who wanted to return to his wife and daughter, and from the fear that having a child out of wedlock would destroy her career, Patricia Neal had an abortion.
The obituary goes on, noting in passing that in her book As I Am; an Autobiography (1983), Neal recalled the guilt she experienced over the abortion, “If I had only one thing to do over in my life,” she wrote, “I would have that baby.” But this being the very pro-abortion New York Times, it could not bring itself to say more than that and omitted a significant and defining part of Neal’s biography.
Here is the full quotation that gives the measure of her anguish: “But for over thirty years, alone, in the night I cried. For years and years, I cried over that baby. And whenever I had too much to drink, would remember that I had not allowed him to exist. I admired Ingrid Bergman for having her (illegitimate) son. She had guts. I did not. And I regret it with all my heart. If I had only one thing to do over in my life, I would have that baby.”
“Jesus prayed while he lived on earth. He made his appeal with loud cries and tears.” (Hebrews 5:7)
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En la edición del 9 de agosto de 2010 del New York Times apareció el obituario de la actriz Patricia Neal, fallecida a los ochenta y cuatro años. El escritor del obituario habló sobre la vida y la carrera de Neal para su papel en la película Hud (1963). Neal también se recuperó más tarde de una serie de accidentes cerebrovasculares que tuvo en 1965.
En 1949, Neal, de veintitrés años, apareció en The Fountainhead, una adaptación de la novela de Ayn Rand, con Gary Cooper. Durante el rodaje, Neil se enamoró del mayor (y casado) Cooper, y los dos comenzaron una aventura de tres años. Neal finalmente quedó embarazada. Bajo la presión de Cooper, que quería volver con su esposa e hija, y por temor a que tener un hijo fuera del matrimonio destruyera su carrera, Patricia Neal tuvo un aborto.
El obituario continúa, señalando de pasada que en su libro As I Am; en una autobiografía (1983), Neal recordó la culpa que experimentó por el aborto: “Si tuviera una sola cosa que hacer en mi vida”, escribió, “tendría ese bebé”. Pero siendo este el New York Times muy pro-aborto, no pudo decir más que eso y omitió una parte significativa y definitoria de la biografía de Neal.
Aquí está la cita completa que da la medida de su angustia: “Pero durante más de treinta años, sola, en la noche lloré. Durante años y años, lloré por ese bebé. Y cada vez que bebía demasiado, recordaba que no le había permitido existir. Admiré a Ingrid Bergman por tener a su hijo (ilegítimo). Ella tenía agallas. No lo hice. Y lo lamento con todo mi corazón. Si solo tuviera una cosa que hacer en mi vida, tendría ese bebé “.
“Jesús oró mientras vivió en la tierra. Hizo su apelación con fuertes gritos y lágrimas “. (Hebreos 5: 7)