Doers of the Word
Trinity Sunday
We are one!
In the famous icon of the Trinity by Andrei Rublev, the three angels who visited Abraham and foretold the birth of Isaac (Gen. 18:1-15), symbolize the Father, the Son, and the Holy Spirit. Their postures and looks show the connection between them, and Abraham participated in their communion when they shared a meal together (think OLM Eucharistic celebration). In the icon, the angels form a loving unity, but each one is also fully and entirely himself. On the left, the Father is depicted with his heavenly abode above him, where we are all welcome (John 14:2-3). On the right, there’s the Holy Spirit with a mountain, which symbolizes our ascent to God through prayer (Luke 6:12). The icon sits in the middle, with the tree of life, symbolizing the cross. He points to the chalice, which represents the sacrifice on our behalf (continue thought OLM Mass). The open space between the Father and the Spirit forms a cup holding the Son. Just like the persons of the Trinity, in heaven we will have a perfect connection with God and with each other, and we will be fully ourselves.
Think of Trinity as relationship. We are made in that image. Our “trinitarian” existence consists of mind, body and soul. All in relationship and all in need of nourishment. How are we playing out those relationships?
Pope Francis said in 2013, “We need to find a new way (to Evangelize), otherwise even the moral edifice of the Church is likely to fall like a house of cards, losing the freshness and fragrance of the Gospel.” Perhaps a model of the Holy Trinity could help us rediscover our relationships.
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Hacedores de la Palabra
Domingo de la Trinidad
¡Somos uno!
En el famoso icono de la Trinidad de Andrei Rublev, los tres ángeles que visitaron a Abraham y predijeron el nacimiento de Isaac (Génesis 18: 1-15), simbolizan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Sus posturas y miradas muestran la conexión entre ellos, y Abraham participó en su comunión cuando compartieron una comida juntos (piense en la celebración eucarística OLM). En el icono, los ángeles forman una unidad amorosa, pero cada uno es también plena y completamente él mismo. A la izquierda, el Padre está representado con su morada celestial encima de él, donde todos somos bienvenidos (Juan 14: 2-3). A la derecha, está el Espíritu Santo con una montaña, que simboliza nuestro ascenso a Dios a través de la oración (Lucas 6:12). El icono se encuentra en el medio, con el árbol de la vida, que simboliza la cruz. Señala el cáliz, que representa el sacrificio en nuestro nombre (continúa pensando en la Misa OLM). El espacio abierto entre el Padre y el Espíritu forma una copa que sostiene al Hijo. Al igual que las personas de la Trinidad, en el cielo tendremos una conexión perfecta con Dios y entre nosotros, y seremos plenamente nosotros mismos.
Piense en Trinity como una relación. Estamos hechos a esa imagen. Nuestra existencia “trinitaria” consiste en mente, cuerpo y alma. Todos en relación y todos necesitados de alimento. ¿Cómo estamos desarrollando esas relaciones?
El Papa Francisco dijo en 2013: “Necesitamos encontrar una nueva forma (de evangelizar), de lo contrario, es probable que incluso el edificio moral de la Iglesia caiga como un castillo de naipes, perdiendo la frescura y la fragancia del Evangelio”. Quizás un modelo de la Santísima Trinidad podría ayudarnos a redescubrir nuestras relaciones.