Doers of the Word
Sunday, July 19th
A commentary on the parable of the weeds.
An old grandfather used to tell his grandson stories, and the boys favorite story was this: “In every human heart two wolves live,” he told the child, “these two wolves live in our hearts until the day we die, and they are constantly in conflict with each other until then.” “What are these wolves like who live in our hearts, “asked the boy, “and why do they fight each other all the time?” “One wolf is about all the things we value in ourselves and each other,” explained the grandfather, “things like generosity, and compassion and tolerance. The other wolf is about the things we wish are not there, like resentment and bitterness and envy.” “So, grandfather,” asked the boy, “which wolf wins?” Grandfather was silent for a moment and then replied, “the one that you feed.”
Podriamos decir que el Reino de los Cielos se parece a una madre de familia que le sirve a sus tres hijos un suculento plato de pescado para el almuerzo. El primer hijo opta por escarbar un poco el pescado y comerse solo lo pulpito por miedo a las espinas. El Segundo hijo, se come el pescado sin mucho cuidado y se atraganta con las espinas hasta que le tienen que dar un pedazo de yuca o de papa para que no se ahogue. Y el tercero, pacientemente, va masticando con cuidado cada bocado y va sacando a un lado las espinas, hasta que termina de comerse el delicioso pescado que su mama le ofrecio.
En nuestra vida podemos tener una de estas tres actitudes. O esquivar siempre los obstaculos por miedo a las espinas; o comernos todo sin darnos cuenta de lo que nos puede hacer dano; o, finalmente saborearla y degustar todo su riqueza seleccionando bien cada bocado, para quedarnos con lo bueno, con lo nutritivo, con lo que nos alimenta, sin despreciar nada de lo que Dios nos brinda con amor, pero sin tragarnos el veneno y la cizana que no se pueden eliminar completamente de nuestra vida.