Letters to Children

Doers of the Word
Sept. 19, 2021
Letters to Children

C.S. Lewis (1898-1963) is perhaps best known for his popular children’s series The Chronicles of Narnia. He also wrote countless personal letters to the people who wrote him about his books. He once wrote to a young girl named Ruth about how children tend to understand the hidden biblical meanings in his books better than adults, a sentiment that reflected Jesus’ words in Matthew 18:3 “You need to change and become like little children.” Lewis writes, “If you continue to love Jesus, nothing much can go wrong with you, and I hope you may always do so. I’m so thankful that you realized the “hidden story” in the Narnian books. It is odd children nearly always do, grown-ups hardly ever.”

The weird, surreal stories of Franz Kafka (1883-1924) are so gloomy. Nevertheless, there must have been something special about a man who would do what he did in the final months of his life when he was dying of tuberculous.

Kafka met a child on the street, crying because she had lost her doll. He explained to her that, while the doll had indeed gone away, he, by a happy coincidence, had just met it and that the doll had promised to write. In the weeks that followed, Kafka did, indeed, write letters to the little girl in which the doll told about its travels and
presumably brought sweet magic into that child’s life. Who would have suspected this of
Franz knowing the type of books he wrote?

“Whoever receives one child such as this in my name, receives me; and whoever receives
me, receives not me but the one who sent me.”

Hacedores de la Palabra
19 de septiembre de 2021
Cartas a los niños

C.S. Lewis (1898-1963) es quizás mejor conocido por su popular serie infantil Las Crónicas
de Narnia. También escribió innumerables cartas personales a las personas que le escribieron sobre sus libros. Una vez le escribió a una joven llamada Ruth sobre cómo los niños tienden a entender los significados bíblicos ocultos en sus libros mejor que los adultos, un sentimiento que reflejaba las palabras de Jesús en Mateo 18: 3: “Debes cambiar y convertirte en niños pequeños”. Lewis escribe: “Si continúas amando a Jesús, nada puede salir mal contigo, y espero que siempre puedas hacerlo. Estoy muy agradecido de que se haya dado cuenta
de la “historia oculta” en los libros narnianos. Es extraño que los niños casi siempre lo hagan, los adultos casi nunca ”.

Las historias extrañas y surrealistas de Franz Kafka (1883-1924) son tan sombrías. Sin embargo, debe haber algo especial en un hombre que haría lo que hizo en los últimos meses de su vida cuando se estaba muriendo de tuberculosis.

Kafka se encontró con una niña en la calle que lloraba porque había perdido su muñeca. Le explicó que, si bien la muñeca se había ido, él, por una feliz coincidencia, la acababa de conocer y que la muñeca le había prometido escribir. En las semanas que siguieron, Kafka, de hecho, escribió cartas a la niña en las que la muñeca le contaba sus viajes y presumiblemente trajo na dulce magia a la vida de esa niña. ¿Quién hubiera sospechado esto de Franz sabiendo el tipo de libros que escribió?

“El que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió ”.